-Nunca se debe de obligar al niño a ponerse de pie.
-Que el niño comience a andar descalzo por la casa.
-Que no vaya descalzo en lugares públicos (gimnasios, piscinas,…), que utilice chanclas que protejan de posibles infecciones como hongos o papilomas.
-A partir de los 3 años es la mejor edad para corregir la mayoría de las alteraciones funcionales del pie.
-Muchas alteraciones presentes en la edad adulta podían evitarse con un tratamiento adecuado en la infancia.